
Un día al amanecer
muy suave al oido,
a mi madre, Dios le dijo:
"Desde aquí del cielo
un Angel Divino te envío
pues en el cielo te necesito
sube pronto a mi casa, que aquí tienes tu sitio".
Muy temprano un día, poco antes del amanecer,
miró al cielo y suspiró,
era en este mundo, su último suspiro,
pués debía a Dios obeceder.
Tomó su olor a rosas y su canto de ruiseñor,
con mucho cuidado lo empacó,
rápido emprendió el camino,
camino hacia el Señor.
Ahora desde lo alto,
me muestra una sonrisa,
sonrisa y canto de ruiseñor,
que con la brisa me envía .
me dice con voz suave,
"Tranquila que desde aquí te miro
y te bendigo mejor,
pués ya estoy descansando
muy cerca de mi Señor".
Madre, por siempre te recordaré
y a tus melodías también,
canciones por ti preferidas.
y con más motivo
"Que bonitos ojos tienes"
con la cual fue tu despedida.