Peñòn de Guatapè
La
historia cuenta que la Piedra del Peñón, fue un elemento de adoración para los
indígenas que en tiempos prehispánicos habitaron la región, y durante la época
colonial se gestaron leyendas tan famosas como la del diablo que intentó llevársela varias
veces, a ello se le atribuye la gran grieta que presenta en el pie de su
costado occidental.
En el
año 1954 la que se llamaría Peñón de Guatapé era mirada como un estorbo por los
habitantes de ese entonces ya que solo se dedicaban a la agricultura y estaban
lejos de creer que sería el futuro del oriente. En la actualidad la fama de su
belleza se ha extendido a todos los rincones del mundo.
LUIS
EDUARDO VILLEGAS fue el único que la mirò con ojos de futuro y progreso para la
zona. Son
ya 50 años de lucha y trabajo en que se ha logrado sacar del anonimato y olvido
esta mole.
Su
historia data del año 1954 cuando por un reto del padre Alfonso Montoya,
párroco de Guatapé, a sabiendas que vendrían escaladores de diferentes lugares
del mundo, a tomar el reto de escalarla, en misa lanza la expresión que "
los sapos no suben a las piedras" y como reto lo asume don Luis Eduardo
Villegas y en compañía de Ramón Díaz y Pedro Nel Ramírez se les adelanta a
todos y logran escalar esta maravillosa mole y tras 5 días de aventura logran
el 16 de julio de 1954 izar una camisa en lo alto.
Varias
escalas de madera le sucedieron antes de las seguras escalas de concreto que
posee en la actualidad, con doble vía, una para subir y otra para bajar.