Estimados y como siempre muy queridos y respetados lectores, dentro de las modernas técnicas de producción de abonos orgánicos naturales, surge con éxito la lombricultura como una tecnología ecológica que consiste en la transformación de los desechos orgánicos como: estiércol, restos de plantas, etc. en humus mediante la cría intensiva de lombrices de tierra. Esta técnica permite reciclar desechos orgánicos, para obtener abono derivado del humus que produce la lombriz, y también proteínas, pues las lombrices sirven para alimentar peces, aves, cerdos, etc. Además, la lombricultura es una actividad de baja inversión, mínimo riesgo, fácil administración, y de alta rentabilidad por los beneficios múltiples que se obtienen.
Las lombrices o gusanos de tierra son anélidos (gusanos anillados), que se alimentan de materia orgánica y son muy prolíficas. Para la lombricultura se ha seleccionado a la lombriz roja (Eisenia Foetida) por ser extremadamente prolífica; vive en grandes densidades; se reproduce en cautiverio; es muy voraz y acepta todo tipo de desechos orgánicos; respira a través de la piel; cada día come el equivalente al peso de su cuerpo y el 60% del alimento lo expele en forma de humus. Se adapta a todos los climas, siempre y cuando se controlen los factores de humedad y temperatura.
Las instalaciones donde se desarrolla la cría de lombrices se les llama canteros, y para la explotación de este recurso se necesitan las siguientes condiciones básicas: disponer de un terreno apto para tal fin. Desechos orgánicos suficientes, tales como: estiércol, restos de plantas, sobras de cocina, etc. Agua suficiente para mojar la materia orgánica y mantener húmedas las camas de sustratos. Usar los recursos disponibles en la finca o la casa, tales como: herramientas, mano de obra, materiales, etc. Finalmente tener una capacitación mínima para la actividad.
Para la instalación de una lombricultura se requiere de lo siguientes implementos: una carretilla, una pala cuadrada, una cuchara, un machete, una manguera con aspersor o una regadera manual, un tamiz de 5 mm, sacos, un termómetro de 0 a 100º C, y un medidor de PH o papel tornasol para medir la acidez. El o los canteros se deben ubicar en una zona seca, bien drenada, con leve desnivel para poder recolectar el humus líquido, y preferiblemente cerca a las fuentes del compost.
Los canteros para la cría de lombrices son bastidores rectangulares sobre el suelo con paredes de aproximadamente unos 30 cm de alto, hechas de madera, bloques o ladrillos. Si bien la longitud es variable, el ancho se recomienda que no sea mayor a 1 m para su mejor manejo. Deben tener techos frescos de paja o palmera y estar protegidos de depredadores como gallinas, ratas y otros.
Los desechos orgánicos (compost) deben ser preparados en mezclas de paja con estiércol y regados unos 30 días hasta que obtengan la madurez óptima. Se recomienda comprar las lombrices en lugares que garanticen la calidad y salud de las mismas. Llenar el cantero con la materia orgánica preparada y sembrar las lombrices cuidadosamente, distribuyéndolas proporcionalmente según él área de cultivo. Tener bien en cuenta y siempre presente que la alimentación de las lombrices debe ser periódica y el riego frecuente, tanto como unas cuatro veces al día. El cantero estará listo para la cosecha de humus sólido a partir del tercer mes, pero diariamente se puede recolectar el humus líquido que proviene del regado, el cual es un excelente abono foliar. Para la operación de cosecha del humus sólido, se coloca compost nuevo en forma de camellones sobre la cama superior de sustrato y las lombrices se mudan allí. Se tamiza la materia orgánica restante y se separa el resto de lombrices. El humus sólido tamizado se empaca y se sella térmicamente para su comercialización. (Fuente informativa tomada de internet).
enriquealtazini@cantv.net
Las lombrices o gusanos de tierra son anélidos (gusanos anillados), que se alimentan de materia orgánica y son muy prolíficas. Para la lombricultura se ha seleccionado a la lombriz roja (Eisenia Foetida) por ser extremadamente prolífica; vive en grandes densidades; se reproduce en cautiverio; es muy voraz y acepta todo tipo de desechos orgánicos; respira a través de la piel; cada día come el equivalente al peso de su cuerpo y el 60% del alimento lo expele en forma de humus. Se adapta a todos los climas, siempre y cuando se controlen los factores de humedad y temperatura.
Las instalaciones donde se desarrolla la cría de lombrices se les llama canteros, y para la explotación de este recurso se necesitan las siguientes condiciones básicas: disponer de un terreno apto para tal fin. Desechos orgánicos suficientes, tales como: estiércol, restos de plantas, sobras de cocina, etc. Agua suficiente para mojar la materia orgánica y mantener húmedas las camas de sustratos. Usar los recursos disponibles en la finca o la casa, tales como: herramientas, mano de obra, materiales, etc. Finalmente tener una capacitación mínima para la actividad.
Para la instalación de una lombricultura se requiere de lo siguientes implementos: una carretilla, una pala cuadrada, una cuchara, un machete, una manguera con aspersor o una regadera manual, un tamiz de 5 mm, sacos, un termómetro de 0 a 100º C, y un medidor de PH o papel tornasol para medir la acidez. El o los canteros se deben ubicar en una zona seca, bien drenada, con leve desnivel para poder recolectar el humus líquido, y preferiblemente cerca a las fuentes del compost.
Los canteros para la cría de lombrices son bastidores rectangulares sobre el suelo con paredes de aproximadamente unos 30 cm de alto, hechas de madera, bloques o ladrillos. Si bien la longitud es variable, el ancho se recomienda que no sea mayor a 1 m para su mejor manejo. Deben tener techos frescos de paja o palmera y estar protegidos de depredadores como gallinas, ratas y otros.
Los desechos orgánicos (compost) deben ser preparados en mezclas de paja con estiércol y regados unos 30 días hasta que obtengan la madurez óptima. Se recomienda comprar las lombrices en lugares que garanticen la calidad y salud de las mismas. Llenar el cantero con la materia orgánica preparada y sembrar las lombrices cuidadosamente, distribuyéndolas proporcionalmente según él área de cultivo. Tener bien en cuenta y siempre presente que la alimentación de las lombrices debe ser periódica y el riego frecuente, tanto como unas cuatro veces al día. El cantero estará listo para la cosecha de humus sólido a partir del tercer mes, pero diariamente se puede recolectar el humus líquido que proviene del regado, el cual es un excelente abono foliar. Para la operación de cosecha del humus sólido, se coloca compost nuevo en forma de camellones sobre la cama superior de sustrato y las lombrices se mudan allí. Se tamiza la materia orgánica restante y se separa el resto de lombrices. El humus sólido tamizado se empaca y se sella térmicamente para su comercialización. (Fuente informativa tomada de internet).
enriquealtazini@cantv.net
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