Para los pemones, la extracción de la piedra fue un secuestro de un miembro fundamental de su comunidad ligado a su cosmogonía, y aseguran que, al estar Kueka lejos de su hogar, la naturaleza se comporta diferente. La abuela Amelia, de la comunidad pemón, dice que después de que se fue la piedra, Kueka Abuelo estaba dolido, despechado y produjo el deslave de Vargas en protesta. Asimismo, la abuela Lucía afirma que desde que se llevaron a la piedra Kueka se desorientaron las estaciones para la pesca, para la recolección de fruto.
La parte alemana dice estar dispuesta a devolver la piedra, y el Gobierno venezolano ya tiene un presupuesto asignado para su traslado, por lo cual espera que el acuerdo se formalice.
Se ha determinado la logística y se espera una respuesta definitiva para ejecutar las acciones. Faltaría una respuesta formal del Gobierno alemán.
Los alemanes solicitaron que se estudie la posibilidad de que el Gobierno venezolano done otra piedra y, en este sentido, las autoridades venezolanas manifestaron que cualquier otra donación que se realice debe hacerse dentro de lo que permiten las leyes venezolanas, para no caer en el error que se cometió hace más de 11 años.
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