YABARANA CUENTA......EL MOSQUITO QUE SE TRANSFORMÓ EN HOMBRE.

MITO WARAO

Sobre los caños del Orinoco, en un numeroso poblado vivía una muchacha sumamente gorda, la cual todos los días se sentaba en un tronco frente a su rancho a tejer mapires. Cuando más entretenida estaba en su labor , siempre venía un mosquito a picarla, la muchacha siempre lo espantaba con ramas de bejuco, pero una vez saciado su apetito el mosquito se retiraba pensando que una mujer tan gorda lo podría alimentar muy bien.

Así que decidió transformarse en hombre, y bajo su apariencia de hombre se dirigió a la muchacha a solicitarla como mujer. Una vez realizada las preguntas respectivas sobre sus destrezas como cazador y constructor de choza, la muchacha lo aceptó.

En la noche el warao le pidió a la muchacha que colocara su chinchorro al lado del suyo. Así cada noche el hombre se transformaba en mosquito y procedía a picarla y chuparle la sangre, cada día la muchacha amanecía más delgada y pálida, y el hombre mas gordo y robusto. Esto suscitó las sospechas de un viejo warao, el cual le preguntó a la muchacha que le sucedía , ella no supo explicarle; así que el viejo warao, le aconsejó, que durante esa noche no se durmiera y obervara que hacía su marido durante la noche, así lo hizo la muchacha, y esa noche no durmió, a media noche su marido se transformó en mosquito y comenzó a atacarla ferozmente a lo que ella lo derribó de un manotazo, luego lo deshizo en pedazos y lo echó al fuego, al quedar solo cenizas de él, las tomó y las esparció por el aire mientras decía. ¡ojalá te conviertas en zancudos, galofas, moscas y tábanos y seas toda una plaga!...luego se fue a acostar. Mientras el viento esparció las cenizas por todas partes y las transformó en una terrible plaga que cayó sobre el poblado y la gente tuvo que marcharse a levantar otro poblado en otro lugar.

Así pues, a causa del enojo de la mujer y por haber esparcido las cenizas de su marido en el aire, los waraos soportan desde entonces el castigo de las moscas y de los zancudos, porque aquel mosquito bravo fue el padre de toda la plaga.