jueves, 5 de noviembre de 2009

EL CURARE

Por miles de años, las tribus Amazónicas han sobrevivido en la densa selva tropical a través de la caza y recolección de frutos y plantas silvestres.

Han aprendido acerca del valor medicinal de plantas y especies animales de la selva Amazónica a través de sus chamanes y hombres de medicina, traspasando esa información de generación en generación y acumulando un conocimiento empírico irremplazable por la ciencia moderna.


Entre las plantas de la Amazonía utilizadas por los nativos, el curare ha sido de invalorable ayuda para una de sus formas tradicionales de caza: caza con cerbatana.


En efecto, un dardo embebido en curare puede matar un ave en segundos, un hombre en cinco minutos y un capybara en menos de media hora.

Básicamente, curare es un veneno de acción rápida no mortífero en sí mismo, sino un poderoso agente paralizante.

La muerte ocurre por asfixia, cuando los pulmones de la víctima se paralizan.

Paradójicamente, el curare puede tanto matar como salvar vidas.


Después de 1935, cuando la planta fue identificada - al igual que su principal agente paralizante - fue introducido a la medicina moderna como relajante muscular en operaciones quirúrgicas. En la mayoría de los casos, otros venenos se incorporan a esta poción, como por ejemplo el de las abejas asesinas, víboras venenosas y el pequeño, colorido y mortífero sapo de dardo venenoso, cuyo veneno es el mas poderoso conocido por el hombre.



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