Es el Principal héroe cultural de los tamanacos, pueblo indígena Orinoquense de filiación lingüística Caribe hoy desaparecida. Los Tamanacos habitaron al norte del actual Municipio Cedeño del estado Bolívar, área en la que situaban su punto de origen
Amalivacá era visto como un hombre supuestamente blanco, como lo eran todos los tamanacos al principio de los tiempos, e iba vestido; tenía un hermano llamado Uochí; juntos crearon el mundo, la naturaleza y los hombres.
Amalivaca vivió entre los tamanacos largo tiempo, en el sitio denominado Maita, , en una casa de roca abrupta, cerca de la cual había un peñasco que usaba como su tambor, conocido desde entonces como “el tambor de Amalivacá”., en donde existe una gruta de piedras en lo alto de un cerro llamada Amalivaca Yeutitpe (Casa de Amalivaca) por haber habitado éste allí; y una gran roca conocida como Amalivaca Chamburai (Tambor de Amalivaca), que era precisamente su tambor, según el relato , habitaba con una hija .
Amalivacá era visto como un hombre supuestamente blanco, como lo eran todos los tamanacos al principio de los tiempos, e iba vestido; tenía un hermano llamado Uochí; juntos crearon el mundo, la naturaleza y los hombres.
Amalivaca vivió entre los tamanacos largo tiempo, en el sitio denominado Maita, , en una casa de roca abrupta, cerca de la cual había un peñasco que usaba como su tambor, conocido desde entonces como “el tambor de Amalivacá”., en donde existe una gruta de piedras en lo alto de un cerro llamada Amalivaca Yeutitpe (Casa de Amalivaca) por haber habitado éste allí; y una gran roca conocida como Amalivaca Chamburai (Tambor de Amalivaca), que era precisamente su tambor, según el relato , habitaba con una hija .
Un día Amalivaca decidió regresar en canoa al otro lado del río, donde había venido y donde van las almas de los hombres después de la muerte. Cuando estaba listo para irse, ya en su canoa, les dijo a los tamanacos con otra voz distinta a la usual: uopicachetpe mapicatechí (mudarán únicamente la piel). Esto significaba que tendrían vida eterna, pues se rejuvenecerían constantemente como hacen algunos animales al cambiar la piel. Una mujer vieja que lo oía dudó de lo que decía Amalivaca y pronunció un "oh" que parecía poner en tela de juicio lo anunciado por el héroe; éste se enfureció y de inmediato les comunicó que todos tendrían una vida finita al decir con firmezas estas palabras: mattageptechí (morirán). Los tamanacos atribuía, en consecuencia, la culpa de la existencia perecedera de los hombres a la incredulidad de la vieja.
No hay comentarios:
Publicar un comentario