MADRE

Mujer sencilla que me parió,
Mujer joven y fuerte que me crió.

¿Dónde estás que te ocultas a mi mirar?
desapareces ante mis ojos,
y no lo puedo evitar.
Madre, mirar tu sufrimiento no me deja descansar,
se me agotan los ruegos
y no encuentro que oración al cielo elevar.

Mi Madre sana y fuerte, la busco y ya no está,
solo encuentro una mujer débil
ya sin fuerzas para luchar,
solo en tus labios el quejido está,
¡que oración elevada al cielo, madre,
te puede curar?.

Ya no está la risa alegre,
y los cantos por doquier,
aquella melodía suave
que acompañaba tu diario quehacer.

Solo al cielo imploro y pido,
te sepa recompensar,
el haberme dado la vida,
¡Vida que no puedo pagar!