Entre sus mitos tenemos:
Los Wayúu nombran al relámpago con los nombres de ayá, ayáuá, ayaa. Al rayo lo designan como aka’püla juya, esta designación. contiene la partícula juyá, en evidente referencia a la lluvia y el verbo relampaguear es aka’pülauá o aka’pütauá. El trueno lo llaman atírila-kat. Según un mito relatado por J Wilbert (1962) se informa que tanto el relámpago como el trueno, son obra de Maleiwa “para demostrar su enojo por actuaciones indebidas de la gente” (Wilbert, J – 1962:112). En otro mito recogido por M Perrin (1976) titulado “La lluvia y los agujeros de los jokooche’e” se menciona: “Igualmente cerca de Neimalu hay una tierra pulowi. De noche sus relámpagos. De día está habitada por los jokooche’e –lagartos oscuros que lanzan sus cabezas hacia delante e hinchan la gran bolsa amarilla y roja de su cuello, en la dirección de los relámpagos, antes que llueva...” Vale decir que los lagartos anuncian de alguna manera la cercanía de las lluvias, precedidas por los relámpagos. (Perrin M – 1993:100-101). La lluvia sin relámpagos es mayánamiiñ, la llovizna es meémetaa y el verbo lloviznar es meméetaa.