La Nicotiana Rústica que es diferente al tabaco fumado actualmente, era la variedad fumada por los indios del Sudeste norteamericano,usada para propósitos enteogénicos por los shamanes. Ellos la fumaron para suprimir el hambre, como medicina y como un tipo de facilitador espiritual antes de los concilios de guerra y paz y antes de realizar rituales y ceremonias. Cuando alguien pedía a otro ayuda o consejo, el tabaco se ofrecía como un presente y la persona no podía negarse a aceptarlo.
La planta raramente se fumó en estado puro, se mezclaba con varias hierbas y pastos dulces. En el Este era mezclado con hojas de laurel, arbusto de arce, cereza, sauce rojo, álamo y abedul entre otros.
Los indios a veces experimentaban una alteración mental por efecto de la Nicotiana Rústica tal vez porque esta tiene una cantidad superior de nicotina que la Nicotiana Tabacum o porque la forma como fumaban permitía la permanencia del humo mucho tiempo dentro de los pulmones, pero lo más probable es que los efectos sicodélicos provinieran de otra substancia que ellos agregaban al tabaco.
El aditivo más frecuente eran las hojas rojas de zumaque seco, pero la explicación que los indios dieron a los europeos fue que el zumaque suavizaba el tabaco.
El pueblo indígena makiritare o maquiritare habita las márgenes del río Orinoco y otros ríos que se comunican con éste en una región que abarca el sur de Venezuela y el norte de Brasil.
La mujer y el hombre soñaban que Dios los estaba soñando. Dios los soñaba mientras cantaba y agitaba sus maracas, envuelto en humo de tabaco, y se sentía feliz y también estremecido por la duda y el misterio. Los indios makiritare saben que si Dios sueña con comida, fructifica y da de comer. Si Dios sueña con la vida, nace y da nacimiento. La mujer y el hombre soñaban que en el sueño de Dios aparecía un gran huevo brillante. Dentro del huevo, ellos cantaban y bailaban y armaban mucho alboroto, porque estaban locos de ganas de nacer. Soñaban que en el sueño de Dios la alegría era más fuerte que la duda y el misterio; y Dios, soñando, los creaba, y cantando decía:
_Rompo este huevo y nace la mujer y nace el hombre. Y juntos vivirán y morirán. Pero nacerán nuevamente. Nacerán y volverán a morir y otra vez nacerán. Y nunca más dejarán de nacer, porque la muerte es mentira. Del escritor uruguayo Eduardo Galeano.
Los wayúu son el pueblo indígena más numeroso de Venezuela y de Colombia; representan cerca del 8% de la población del estado Zulia y cerca del 45% de la del departamento.
El pueblo wayúu es uno de los pueblos arawak que, como una gran corriente migratoria, se desplazaron tanto por la Amazonia, como hacia las Antillas, a donde llegaron hacia el 150 a. C
El contacto con los conquistadores europeos data del siglo XVI, pero los wayúu no fueron conquistados sino hasta, después de la independencia de Venezuela y Colombia. En esto influyó tanto la resistencia indígena, como las duras condiciones ambientales del desierto, que sirvió como refugio a los wayúu.
La intervención europea supuso en los wayúu la pérdida de tierras agrícolas y áreas de caza, que los wayúu compensaron con el pastoreo de especies introducidas, especialmente las cabras y, en menor medida, bovinos. Actualmente cada clan tiene una marca de hierro, ya que el ganado es marcado con el símbolo clanil. Las cabras (kaa'ulaa) o chivos, registran el mayor número de cabezas y son cuidados en rebaños de 100 a 150 animales y a veces de muchos más
Conflictos frecuentes ocurrieron por la política de los europeos de controlar la pesca de perlas. Luego, aprovechando los enfrentamientos entre españoles, holandeses e ingleses, fueron capaces de desarrollar una actividad comercial intensa, que ampliaron durante el período republicano.
Los wayúu mantuvieron una amplia autonomía extralegal que sólo recientemente han reconocido constitucionalmente ambos estados y que se caracteriza por la aplicación del derecho propio en todo el territorio propio.Entre los wayúu el ganado es la principal riqueza y además el principal motivo de prestigio.
Aunque se comercia con el ganado, se intercambia de modo no comercial: por ejemplo para sellar una alianza matrimonial, como derecho sobre una descendencia o para compensar daños o delitos, solucionar conflictos y establecer la paz.
Además, el pastor asocia su ganado a los rituales que marcan su ciclo vital. Donde es posible, tiene una pequeña huerta llamada apain, donde siembran maíz, fríjol, yuca, pepino, ahuyama, melón y sandía, sin que puedan rotar ni variar de cultivos, debido al clima.